Nada como la familia
- Dec 19, 2019
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Updated: Dec 25, 2019
Mis familiares me sorprendieron celebrando Acción de Gracias juntos y vistiendo la camisa de Jengibre.

No recuerdo con exactitud a quién se lo dije, pero pensé que había sido bien clara; "este año para mí no existe ningún Holiday. No me llamen a felicitarme, no me envíen fotos, no me cuenten cómo la pasaron. Voy a bloquear esos días especiales para no sufrir sola a la distancia." Yo creo que se lo dije a papi porque el mensaje no llegó al resto. En cambio, para la cena de thanksgiving se vistieron todos con la camisa de Jengibre y me llamaron por Facetime para enseñarme cuán bellos lucían.
Al momento no supe reaccionar. Sentí mil emociones difíciles de explicar. Sonreí y colgué. "Les dije que no me llamaran cuando estuvieran de celebración," me decía para justificar el haber colgado el teléfono sin una reacción. Solo recuerdo haberles dicho que iba a colgar porque no podía con la depresión. No tengo depresión, cabe destacar. Pero sí nostalgia. Desde que vivo en Estados Unidos no he vuelto a sentir el espíritu navideño. El ritual familiar en la temporada navideña es lo que convierte los días en festivos.
Yo le envié a mi mamá las camisas de todo ese reguero de gente y cuando ella las entregó se encargó de obligarlos a ponérsela para la cena de Acción de Gracias. No sé cómo cada uno lo tomó, pero les agradezco mil veces. Ese simple detalle me da fuerzas, ánimos y la certeza de que al menos algo está saliendo bien.
Con Jengibre busco honrar a mi familia, sus historias y lo que cada miembro influye en mi. Esta época navideña reitero lo afortunada que soy por haber nacido dónde nací y por compartir sangre con quienes la comparto. Gracias por la fuerza que me dan y por compartir todo lo que publico, incluso cuando ni lo han leído. ¡Son los mejores!




















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