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Clarissa Llenza y su más reciente faceta de educar desde la cocina

  • Jul 25, 2021
  • 4 min read

Usualmente, las cuentas que sigo en mi Instagram personal no son las mismas que sigo con mi cuenta de Jengibre. Si te sigo en las dos, o somos amigos, o realmente me gusta tu contenido. The Home Cooking Therapy es una de ellas. Clarissa Llenza te atrapa con lo que hace. Yo entro a su perfil desde @jengibre_pr, la “stalkeo” un rato, y después hago lo mismo desde @michelleestades. Me encanta.

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Clarissa Llenza creció en el barrio Santa María de Río Piedras disfrutando de los aromas que fluían de las cocinas de sus vecinas. De las señoras, como Llenza las llama, aprendió y adoptó el amor por la comida. Ella vivía “pendiente de lo que hacían”, expresó. Pero para esa época no era común asociar a una mujer con la cocina profesional. La cultura dictó su destino laboral lejos de los calderos.


Llenza dedicó dos décadas de su vida a las Relaciones Públicas, profesión que le regaló muchos momentos bonitos y amistades honestas. Pero 20 años fueron suficientes. Quería abrirse camino a otras experiencias. La próxima fue su floristería.


Pero el subconsciente tiene una manera particular de recordarnos nuestros verdaderos sueños, esos que alimentamos de niños. El de Clarissa era cocinar.


“Yo trabajé en publicidad por un montón de tiempo. Después entré en el mundo de la floristería. Tuve una floristería y hacía eventos. Estuve como 10 años en eso. Pero yo siempre cociné. La cocina fue parte de mi vida, siempre me ha apasionado”, contó.


Luego del huracán María, Clarissa se lanzó a compartir sus platos en Instagram con su proyecto “Home Cooking Therapy''. Poco a poco desarrolló su audiencia, poco a poco la comida le quedaba mejor. Reforzó su confianza, agarró fuerzas del “feedback” de sus seguidores y comenzó a educar desde su cocina.


En su lista de experiencias incluye varios cursos de cocina en diferentes plataformas. La más especial para ella fue en el Italian Culinary Institute en Calabria, al sur de Italia. Visitó el Instituto por primera vez en el 2017. “Desde ahí decidí que le iba a dedicar más tiempo a cocinar. Regresé a Puerto Rico y empecé a dar clases. Me he dedicado a eso por los últimos cuatro años”.


“Fíjate que en la cocina hay oportunidades en muchas áreas. Son diversos los caminos que puedes seguir. Yo descubrí que lo que me gusta es enseñar. Me gusta transmitir. También me gusta la parte de la historia. Me apasiona conocer de una cultura y su comida y las diferentes tradiciones. Me gusta transmitir ese conocimiento. Ya a mi edad, yo no soy una nena (aunque yo creo que soy una nena), como que poner un restaurante no es una opción. Es muy difícil y sacrificado. Descubrí que aprender, viajar, conocer, y transmitir esa información es algo factible para mí”, compartió.


Viaje Culinario al sur de Italia

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Al terminar su curso en el 2017, Llenza había acordado con sus maestros organizar un grupo de puertorriqueños para unirse a los viajes culturales gastronómicos de la escuela. Sin embargo, la pandemia suspendió esos planes. El Instituto retomó sus clases regulares en enero de este año y Llenza regresó como estudiante. Al completar ese segundo curso, acordó con la escuela retomar el viaje gastronómico.


El Italian Culinary Institute, además de ofrecer cursos de cocina, lleva 10 años haciendo viajes culturales gastronómicos. Los viajes, según Llenza, combinan ocio con clases de cocina. Todo lo que se hace en el viaje está relacionado con la comida.


El viaje, The Southern Italy Experience, será del 13 al 22 de mayo del 2022. Actualmente el registro está abierto. Para participar tienes que llenar una solicitud, y recibirás un correo electrónico con los pasos a seguir. Accede a este enlace para más detalles del viaje.


“No es lo mismo visitar Italia con profesores de cocina Italiana que ir a ciegas. Ellos son gente del país que están en el mundo de la cocina. Es una experiencia única”, reiteró.


Cocinar desde su casa

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Llenza encuentra mucha inspiración en la comida Italiana. Le inspira la simpleza de sus productos, las técnicas creativas para cocinarlos y la práctica de aprovechar cada parte de los ingredientes para reducir desperdicios. Estos aspectos los implementa en sus clases de cocina. “Yo anoche hice una cena y la hice basada en lo que aprendí porque uno quiere compartir lo aprendido”.


Clarissa enseña desde su casa en Miramar. Ofrece tres opciones; clase de 3 horas a grupos de 10 personas, clases virtuales y una cena de varios cursos en su casa donde se encarga de todo; la decoración, comida y la selección de vinos . Los interesados se inscriben desde su página web.


Llenza hubiera estudiado cocina si hubiera sido una opción en su juventud. Sin embargo, su carrera profesional siguió el rumbo que tenía que seguir. Todo lo que ha hecho le ha servido de escalón para descubrirse y llegar a donde se supone que estuviera en este preciso momento.


“El mundo de las flores para mí fue un descubrimiento. Yo no lo estudié, yo era curiosa. Yo lo que hice fue hacer. La cocina es tres veces más grande porque como que no tiene límites. Ahora mismo lo que siento es que quiero seguir aprendiendo de quien sea y viajar, y combinar viajar y aprender cocina. Luego poder llevar, compartir y enseñar de eso”, concluyó.







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