Quince días
- Mar 30, 2020
- 4 min read
¿Qué ha pasado en mi casa durante las primeras dos semanas de cuarentena? No mucho.

Cierro los ojos como a las 8:00 am para tratar de dormir. Despierto a las 3:00 pm. Esta es mi nueva rutina. Como muchas personas, lo primero que hago es agarrar el celular. Usualmente tengo como cinco notificaciones de endi.com, emails de mi plan médico explicando qué hay nuevo con el COVID-19, llamadas perdidas de mi madre o de mi hermana, y 15 conversaciones pendientes en Whatsapp; uno de los chats son mis tios compartiendo audios y noticias fake de gente del barrio diciendo quién se ha infectado con el virus. Empiezo mi día desesperada, ¡esto está a lo loco!
Mis housemates y yo estábamos asustaítos porque el fin de semana en que el gobierno oficializó la cuarentena, nos fuimos de party por la ciudad. Pero Frankie hoy nos recordó que se cumplieron 14 días desde ese jangueo PG-13 y que ninguno ha mostrado síntomas. “No nos enfermamos”, celebró.
En Massachusetts, el Estado donde vivo, hay más de 5 mil casos de Coronavirus confirmados por lo que estamos en las casas. Mis housemates están trabajando remoto desde sus cuartos y yo voy tres o cuatro días a trabajar al hotel. Mi turno es cortando noche, así que a la hora de salir de casa el tren y todos los rincones donde tengo que pasar, están desérticos. Igual pasa en las mañanas, mientras que la cantidad de huéspedes en el hotel es mínima.
En casa compartimos en la sala durante las tardes/noches. Comemos mucho y bebemos también. El papá de Carlos nos advirtió que en promedio la gente va a aumentar 25 libras. Nos escandalizamos. Carlos dijo que no podemos engordar porque no hay tiendas abiertas para ir a comprar ropa de talla más grande. Carlos está al garete, yo no me veo con 25 libras más.





Comments