Ahora les narro desde el Bronx, NY, como "Jenny from the block".
Me tengo que confesar. Llevo un mes en mi nuevo hogar, y solamente he cocinado dos veces.
Esas dos veces han sido auspiciadas (indirectamente) por la escuela. Sí, oficialmente empecé clases de cocina, y en los “nuyores”. Por fin taché “Vivir en NYC” de mi "vision board". Es hermoso ver mis sueños agarrando vida. En fin, voy a la escuela dos días a la semana, los demás trabajo. En clase siempre cocinamos cosas ricas y en abundancia. Así que llego a la casa con la barriga llena o con las manos llenas de ingredientes que nos regalan. Con esos ingredientes preparé dos banquetes.
El primer "feast" fue cuando en clase nos enfrentamos a filetear pescado. Ese día salí de la escuela con un "Striped Bass" y un "Sole" que yo misma fileteé. Tenía pescado para seis personas. Cuando llegué a casa preparé pescado al curry y arroz con coco. No tengo evidencia de esta comida. Vive "only in my memory", como dijo la versión vieja de Rose en el Titanic.
La segunda vez hice chuletones de cordero mojados en yogur, ajo y perejil, y "New York strip steaks" con chimichurri. Ese día había salido de clase con más de seis libras de carne de res y cordero.
Todo me quedó delicioso, la verdad que sí. Pero no excelente. Los "steaks" se me pasaron un poco. Los quería "medium", pero los cociné "medium well", con algunas partes "well done". ¡Fatal!
Lo que pasa es que todavía estoy conociendo mi nueva cocina. La estufa y el horno me hacen maldades. Pero lo mejor es que el apartamento no tiene suficiente ventilación, así que cuando cociné los steaks (a fuego alto y con el horno como el sol), la alarma de fuego me dio la bienvenida al edificio, ¡POR TODO LO ALTO!
En la escuela también me inicié con un papelón. Accidentalmente dejé caer el termómetro digital dentro de un envase enorme con caldo de pollo recién hecho. Escondí mi cara roja por la vergüenza dentro del sombrero de chef que es como un "size" más grande que mi diminuta cabeza.
Me gusta pensar que estas cositas me pasan para recordarme que la vida es la suma de todas mis aventuras y que esta a penas comienza.
En la casa aún nos queda un montón de carne; flank steak, pierna de cordero, chuletas de cerdo y filete mignon. A lo mejor mis nuevos roommies (que en realidad son viejos amigos) hacemos un party e invitamos a los viejitos de la tienda de abajo del apartamento en el Bronx, o a los amigos boricuas que viven en Brooklyn. La segunda opción es más realista. Este verano promete buenas conversaciones alrededor de la mesa, y por supuesto, un par de libras de más.
¿Cómo les va a ustedes? ¿Qué nuevas obsesiones tienen en la cocina? ¿Qué fue lo último que aprendieron a cocinar? ¿Cuáles restaurantes han visitado últimamente?
He tenido el blog y el Instagram en pausa, me disculpo. La buena noticia es que conseguí que me prestaran una cocina comunal para poder cocinar y documentar cómodamente para Jengibre. Si hay algo que les gustaría aprender o dominar, me lo escriben en un comentario y felizmente lo trabajo. Denme sugerencias, los leo, siempre los leo.
Comments